La renovación de los tranvías formó parte de la revolución del transporte ferroviario ruso, que comenzó en 2015. Junto con el metro y los trenes cercanías, el nuevo tranvía ofrece una imagen moderna y atractiva, junto con una funcionalidad y calidad acorde a las necesidades de la movilidad urbana.

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La base del tranvía es un convoy elástico giratorio de piso bajo y modular. Una cabina de conducción y una plataforma separadas facilita diferentes combinaciones para rutas unidireccionales o bidireccionales.